ARQUETIPOS DEL TAROT – EL LOCO 2


Arquetipos del tarot - El Loco

Arquetipos del tarot – El Loco -Mayte del Sol

 

«Aquellos de vosotros que sabéis, lo comprenderéis. Aquellos de vosotros que no sabéis, lo comprenderéis… con el paso del tiempo.»

 

Estoy convencida de que muchas personas que se acerquen a leer este artículo, lo harán impulsadas por la necesidad de conocer algo más acerca del arcano de El Loco (0), pero antes de nada debo hacer varias advertencias. La primera es que no es mi intención describir el significado del arcano en una lectura, lo que implica o de lo que advierte si sale en posición invertida o al derecho en una tirada, o en un punto concreto. Información de ese tipo ya la dí hace años en este mismo blog, donde cualquiera puede localizar los artículos al respecto con el buscador que hay al pie de la web.

 

La segunda es que hay un motivo principal para iniciar una serie de posts que iré publicando con periodicidad mensual. Ese motivo no es otro que el deseo de aclarar los arquetipos implícitos en cada uno de los arcanos mayores del Tarot. Son esos que representan auténticas lecciones de vida para todo aquel que se acerca a esta mancia en busca de respuesta u orientación.

 

Se dice que el Tarot es un libro, el libro de El Loco y su viaje por la vida. Por eso, siempre he opinado que este arcano sólo puede llevar el número 0. Cierto es que hay mazos de tarot que lo ubican detrás de El Mundo, así como autores y estudiosos muy reputados que lo sitúan al final del viaje de la vida, como una vuelta a emprender la marcha de nuevo.

 

Para mí esto no tiene sentido. La partida es siempre una aventura que se inicia al principio, y que va envuelta en el hatillo que porta la figura del arcano marchando en pos de vivencias, libre de ataduras y deseoso de adquirir conocimientos, experiencias y diversión. Como tal partida, tiene la llegada a un último puerto, y por eso considero que El Loco siempre debe ir al principio de la baraja, jamás al final.

 

Es cierto que el Tarot es muy antiguo y encierra una gran sabiduría, pero al mismo tiempo también es sencillo si lo sabemos comprender, e incluso divertido y, a veces, también algo esperpéntico. En sí, encierra aspectos tanto profanos como espirituales, divinos o terrenales. Es lo mismo que nos sucede a nosotros, los seres humanos, que somos portadores de una inmensa sabiduría que desconocemos en su mayor parte.

 

Del mismo modo en que lo hacen los sueños, las cartas nos hablan a través del subconsciente, pues lo llevamos implícito en nuestros genes. Nuestras madres así nos lo transmitieron durante el embarazo. Son las portadoras de una herencia genética recibida de generación en generación, y que resulta de inmensa utilidad porque es un lenguaje que cualquier ser humano entiende sin necesidad de ningún aprendizaje.

 

Los naipes correspondientes a los arcanos mayores comparten estos símbolos arquetípicos que se encuentran también en los sueños, por lo que se puede deducir que existe un estrecho vínculo entre ambos.

 

Los simbolismos de las cartas, así como las palabras que los describen, trascienden el tiempo y el espacio y van más allá de la religión, desafiando las fronteras tanto naturales como artificiales que el hombre haya podido levantar. Es nuestra manera de hablar con nosotros mismos, de alcanzar el Uno. Es el OHM sin sonido. Por eso, el trabajo con el Tarot es un largo pero apasionante camino que abre nuestra percepción e intuición, y que incluso mejora nuestras capacidades para interpretar los sueños y también dirigirlos.

 

EL LOCO (0)

 

El Loco es la máxima expresión de la libertad. Su idiosincrasia se mantiene alejada de las convenciones, y por eso no tiene ninguna preocupación, ni almacena cicatrices acerca de las opiniones de los demás ni de los clichés del mundo. El personaje del Loco está encantado con la sencillez que la vida extiende ante sus ojos, aun sabiendo que las posibilidades son múltiples y variadas. Cuando se sienta a reflexionar acerca de algo como un objeto, una persona, un ser, una emoción…. una idea se va forjando en su interior y permanece ahí a través de tormentas y tempestades, tal es su sencilla fascinación por el mundo.

 

Su imagen representa la libertad del corazón y de la mente ante una idea, persona o situación . El Loco se encuentra solo y es libre ante los límites del mundo social. Sin embargo, en esta libertad va implícita una desconexión de los demás. Semejante actitud puede conducirlo al aislamiento del mundo, siendo apartado y tachado como «diferente» por el resto de la gente.

 

Existe también la posibilidad de que tal enfoque pueda llegar a convertirse en locura, y toda la claridad que tenía al inicio de su viaje vital se pierda entre los recovecos y vueltas de la vida. Por eso, El Loco no lleva número; él lo es todo y no es nada. Es como un ser humano en el feto materno antes de ser alumbrado, cuando no ha aprendido nada ni ha sido contaminado todavía por el mundo.

 

Este arcano es un maravilloso arquetipo que nos recuerda a Adán y Eva antes de morder la manzana y adquirir conciencia de sí mismos. Él no siente preocupación, pudor ni vergüenza ante nada. Con independencia de las circunstancias, su trote por el camino es inconsciente e inconstante, y se rige básicamente por sus instintos.

 

El Loco no sólo comienza el viaje, sino que está presente en cada paso de su periplo. En sí, es una auténtica paradoja. Su figura es la de una persona alocada, pero en el fondo El Loco es sabio. Ya que no tiene número y que es parte de un viaje infinito, nos recuerda a cada paso sus necesidades: por un lado, el sentimiento de esperanza ante la experiencia que va adquiriendo, y por otro, la sabiduría que precisa para continuar. Él es el bufón de la corte; aquel que entretuvo a reyes y reinas en la corte de la Edad Media.

 

Su comedia podría ser divertida y alegre, pero a menudo confunde al que lo contempla, porque la comedia es también la máscara de la inteligencia y la sabiduría. Desde los grandes comediantes griegos, pasando por Shakespeare, muchos autores y artistas han utilizado su imagen, perdurando su figura hasta los tiempos modernos. El Maestro de ceremonias de la película «Cabaret» es un ejemplo moderno del arquetipo del Loco.

 

El Loco, el comediante que utiliza la máscara de la ignorancia (pues así es como empezamos un viaje), nos ayuda a pensar bien antes de actuar, revelándonos la sabiduría oculta de una situación… siempre que mantengamos nuestros ojos bien abiertos y permanezcamos despiertos ante todo lo que nos rodea.

 

Por si no lo sabes, El Loco eres tú y soy yo. Todos los humanos lo somos, seamos o no conscientes de ello.  De ahí que el Viaje del Loco sea nuestra propia aventura a través del reino mágico de las energías arquetípicas. Este es nuestro viaje, un viaje a lo largo y ancho de la vida. 

LUCES PARA EL ALMA – Entrevista sobre el mundo onírico

 

 


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

2 ideas sobre “ARQUETIPOS DEL TAROT – EL LOCO

  • Josep Guasch

    Me gusta mucho este enfoque del Tarot, más allá del estereotipado adivinatorio. El Loco lo he visto en algún mazo como un niño, casi un bebé; refleja, según resuena en mí, ese estadio de conciencia limpia, no condicionada y que recibe los aprendizajes de la vida sin etiquetas ni prejuicios.

    • Mayte del Sol Autor

      Hola Josep,
      Me alegro de que te guste este enfoque que le doy al Tarot, pues yo también considero que el valor del Tarot va mucho más allá de un carácter meramente adivinatorio. Realmente, el enfoque que tú le das a El Locoo es muy acertado para definir al arquetipo que encarna. Es el niño, el alocado, el inocente y despreocupado, el que no emite ningún juicio ni parte con ningún prejuicio… Somos nosotros cuando nacemos, en una palabra, y ese nacimiento se puede extrapolar a cualquier empresa en la que nos embarcamos partiendo de cero.

      Muchas gracias por tu comentario. Un cordial saludo.