Uno de los arcanos de Copas más negativo, que en sí representa un sentimiento de tristeza y culpabilidad ante una amistad o amor perdidos. La sensación de abatimiento se apodera de la lámina, pues la figura central muestra remordimiento y un gran lamento por ese amor que ha desaparecido, y que se destaca representado por las copas volcadas sobre el suelo.
Es evidente la depresión del protagonista por esas pérdidas o separación, así como la decepción que se apodera de su figura, envuelta en una negra capa que representa el duelo y los pensamientos lóbregos. Ante él se extiende una etapa de soledad que tal vez se ve incapaz de afrontar, y su espíritu se siente atormentado por haber sido víctima, con toda probabilidad, del engaño y la manipulación. Aunque en el fondo lamente lo que ocurrió en el pasado, también siente cierta culpabilidad por sus propios actos, cosa que lo deja inmovilizado.
En líneas generales, el Cinco de copas suele considerarse un arcano que representa a la familia, aunque también haya otros a los que se les ha conferido esta interpretación. Personalmente lo veo como una clara alusión a un fracaso emocional, quizá sentimental, que nos invade y nos deja aletargados. Aquí la familia también hace acto de presencia con todas sus ventajas e inconvenientes: tradiciones y costumbres familiares, herencia genética, allegados, vecinos, vínculos familiares, recuerdos que marcan una época, amigos de la infancia…
En posición invertida o mal posicionada, mejora ligeramente sus augurios aunque sólo de forma leve. Hay una gran indecisión por no querer renunciar a nada ni reconocer lo irremediable, y el temor al futuro y la poca confianza en una relación siguen haciendo mella en nosotros. Sin embargo, puede augurar una alianza, la presencia de un allegado o el regreso de un viejo amigo. Eso podría ayudarnos a aumentar la resistencia ante las dificultades.
Ante todo lo anterior, el consejo del arcano no puede ser más claro: hay que resistir y luchar por mantener una sólida armonía familiar y emocional.