A pesar de que, sin lugar a dudas, El Diablo tenga algunas connotaciones positivas, en general simboliza las pasiones, perversiones, lascivia, lujuria y maldad que a veces se apoderan del espíritu del hombre, convirtiendo a éste en esclavo de lo pecaminoso, de los vicios y de la autodestrucción moral. No en vano, la imagen del naipe es harto expresiva, con esa figura diablesca dominando el panorama, y subyugando con cadenas y ataduras al hombre y la mujer que se encuentran a sus pies.
Algunos autores aluden a que la presencia de este naipe en una tirada de carácter psicológico puede referirse a la libido del individuo en su potencia primigenia, o a la energía del inconsciente todavía no dominada. Sin embargo, bajo mi punto de vista, El Diablo se presenta habitualmente como una referencia negativa y peligrosa, pues entiendo que refiere la parte perversa de la personalidad, es decir, la sombra que envuelve nuestra existencia en determinadas ocasiones.
En general, su significado es fácil de interpretar: peligro, adversidad, malignidad, enemigos en la sombra, fatalidad… En sí, simboliza el destino con todas sus consecuencias, las conspiraciones, la fuerza mayor que tenemos en contra, esas fuerzas negativas o peligrosas que buscan nuestra ruina. Su presencia anuncia situaciones inmorales, amistades falsas o peligrosas que actúan con dobleces, materialismo exagerado propio, egoísmo, vicios, perversiones, ambición desmedida, predominio de las malas intenciones, pasiones ciegas o arrebatos destructores o alocados que pueden perjudicar al hogar o a la familia.
También hay que tener en cuenta que su simbología refiere todo tipo de relación con el fuego, con el calor, combustibles, incendios, explosiones, quemaduras, etc., así como cualquier profesión y lugar relacionado con este elemento, como pueden ser cocinas, hornos, estufas, calderas, chimeneas…
Como es obvio, su presencia en cuestiones económicas alude siempre al peligro de sufrir robos, atracos, estafas, desfalcos, timos o abusos de confianza, por lo cual hay que ser muy precavido en cualquier tipo de movimiento al respecto. En muchas ocasiones podemos identificarlo con toda clase de delincuentes, ladrones, atracadores, etc. En su lado más oculto, nos habla de magia negra, vudú, embrujamiento, rituales de destrucción, hechizos, encantamientos, maldiciones y cualquier de acto de esta índole.
Sin embargo, si la carta aparece bien aspectada o en posición invertida, augura que las tentaciones se superarán, los vicios que existen lograrán abandonarse, y se romperá cualquier tipo de hábito pernicioso. En este caso habla de arrepentimiento en cualquier acción o pensamiento negativo, así como de una fuerte pasión en las relaciones sentimentales. En su lado más íntimo y constructivo, siempre debemos verlo como un aviso para descubrir nuestras ataduras y liberarnos de ellas.
PROFESIONES: aquellas relacionadas con el fuego, como bombero, etc. Trabajos en negro. Chapuzas. Actividades ilícitas.
LUGARES: tabernas, clubes nocturnos. Salas de juego. Bancos. Quirófanos. Mataderos. Campos de batalla. Fundiciones. Zonas tórridas de calor.
AMOR: siempre hace alusión a las tentaciones, por lo que debemos interpretarlo como voluptuosidad, erotismo y, en ocasiones, perversión sexual. Es habitual que hable de relaciones ilícitas, de adulterio e infidelidad, así como de experiencias traumáticas y desagradables. Puede marcar peleas fuertes y enfrentamientos en el matrimonio.
SALUD: como hace referencia a todo lo relacionado con el calor, diagnostica fiebre y calenturas. En su contexto, puede indicar enfermedades venéreas, y en general, enfermedades por virus y gérmenes, como gripe, bronquitis o amigdalitis, o enfermedades de la sangre: coágulos, presión alta, diabetes, colesterol, anemia. En ocasiones habla de infección de genitales, vías urinarias y ano.
CLIMA: siempre hace alusión al verano y la canícula, y pronostica tiempo caluroso y ola de calor. Dependiendo de la lectura, debemos estar alertas pues puede alertar de riesgo de incendios forestales.