Tres de Bastos


Tres de Bastos
Carta Portal, según Rachel Pollack, este naipe indica la apertura de un camino desconocido, un sendero inexplorado en el que deberemos adentrarnos si queremos descubrirnos a nosotros mismos. Dicha indicación no sólo alude a la senda que pisamos físicamente, sino también a nuestro interior y a nuestras experiencias personales. En determinadas lecturas puede referir la eclosión de la pubertad y las primeras experiencias sexuales. Son los deseos que estallan, ese impulso creativo lleno de espontaneidad y vigor que nos alienta a actuar.

 

 La vida o el momento nos traen ideas e iniciativas novedosas, pero debemosEn cuanto a interpretaciones generales, el Tres de Bastos es una carta bastante positiva que indica audacia para emprender una nueva tarea o camino, aunque no sin esfuerzo. planificarlas bien para obtener éxito. Por eso, es preciso estar atentos a nuestra inspiración. Sea como fuere, su aparición en la tirada nos habla de encuentros estimulantes y de personas que nos pueden prestar gran ayuda.

 

El arcano que aquí refiero, al igual que toda la secuencia de los Bastos, hace alusión a temas familiares y laborales. Centrándonos en el segundo aspecto, su aparición nos aporta los deseos de crear un nuevo negocio o relación, contratos, empresas o asociaciones, por lo que buscaremos una correspondencia profesional que nos ayude. Habrá amistades de trabajo, y quizá breves viajes, pero el éxito inicial está garantizado. Bien posicionado o aspectado, a menudo refiere suerte en temas económicos, llegando incluso a hablar de un posible matrimonio por interés económico.

 

Su positivismo suele ser patente, pues favorece a las cartas de las que se rodea. Indica que el triunfo sobre todos los obstáculos está asegurado, así como la posibilidad de reaccionar con éxito frente a las adversidades. No obstante, deberemos mantener una base sólida mientras seguimos abriendo otros caminos, siempre actuando por nuestra cuenta y procurando no pedir ayuda a nadie.

 

En una lectura negativa indica superficialidad en nuestras acciones, poca voluntad y nulos deseos de adquirir compromisos. Es como si no tuviésemos fe en nuestro propio talento, y tendiésemos a dispersarnos y no acabar lo empezado. Se habla mucho pero se actúa poco, y eso provoca una visión corta de las acciones a tomar, generándonos decepciones y fracasos. Tal vez éstos últimos puedan estar provocados por mayores problemas de lo que pensábamos.

 

Sin embargo, aunque los recuerdos nos perturben, no hay que desesperar. Todo lo malo está a punto de terminar, tanto en terrenos familiares como en los profesionales.