Hay autores que interpretan a este arcano como la representación de lo mezquino y avaro, simbolizando la avaricia y el egoísmo. En cierto modo, coincido con ellos en este aspecto, pero sin embargo mi interpretación es más positiva, pues a pesar de reflejar un pensamiento materialista en esencia, entiendo que el arcano también nos habla de prudencia en el gasto, ahorro y seguridad.No obstante, hay un fuerte sentimiento de aferrarse a lo material, lo que nos puede producir un estancamiento por temor a la pobreza o las pérdidas.
El Cuatro de Oros induce a asegurar las posesiones, consolidarlas y hacernos fuertes afirmándonos personalmente, pues las inversiones que pretendemos hacer tendrán pocas ganancias, y aunque llegue algo de dinero, éste será escaso. Debemos olvidar nuevas iniciativas en mente, ya que tal vez nos comprometan en exceso en una situación ya de por sí delicada.
Su lado oscuro es precisamente todo lo contrario a esa avaricia de la que hace falta cuando aparece bien posicionada o en posición o al derecho. El derroche y gasto desmedido están a la orden del día, por lo que es necesario equilibrar el presupuesto ante dichos contratiempos financieros. Puede haber retrasos y obstáculos, y quizá nuestras propiedades se devalúen. Su consejo es que nos defendamos y resistamos, siempre sin desanimarnos y acometiendo de frente el trabajo necesario.