La Rueda de la Fortuna es el más genuino exponente de la ley del karma, esa ley de causa y efecto que gobierna nuestra vida presente y futura. Ésta habla de nuestras reencarnaciones o diferentes presencias en este mundo, así como de las consecuencias y repercusiones de nuestros actos en el porvenir. Por ello, y sin lugar a dudas, simboliza el flujo y reflujo de la vida.
Hay que tener en cuenta que este arcano actúa a modo de comodín dentro del tarot. Dependiendo de qué cartas se acompañe, y de si éstas le preceden o anteceden, su significado variará e indicará si el nuevo ciclo que se avecina es bueno o malo. De hecho, resulta obvio que su presencia nos habla del fin de un ciclo y de otro que comenzamos, de una nueva partida y un cambio de fortuna. Sin embargo, siempre hace especial hincapié a que en este cambio actúa, por encima de todo, la providencia. El propio naipe así nos lo indica, pues simboliza la rueda del karma y las leyes de la naturaleza, que son inamovibles en su devenir a pesar de que intentemos modificarlas.
En general, implica buena marcha en los asuntos que tenemos entre manos, pero si todavía no los hemos comenzado, refiere una ocasión que no hay que dejar pasar pues éstos se ponen en marcha de forma inminente. Además, es muy probable que nos acompañe la suerte. En su significado encontramos simbolismos como orden, equilibrio y prosperidad, especialmente en cuestiones de negocios. Indica una promoción o progreso profesional, y también buenas retribuciones por dichos motivos. Por otro lado, indica exámenes aprobados para los estudiantes, y premios y buena fortuna en cualquier tipo de juegos de azar.
Resulta curioso destacar cómo la Rueda de la Fortuna siempre nos habla de todo lo relacionado con el mar, sea del tipo que sea: motonáutica, navieras, transporte marítimo, deportes náuticos, naufragios, accidentes marinos… Quizá sea debido a que su simbolismo más amplio nos habla del fluir con los movimientos de la vida, con esos vientos y mareas que nos arrastran de forma implacable hacia un destino distinto. Es esencial, por tanto, descubrir nuestro papel en ese vaivén universal, y aceptar los cambios tal como vienen. Sólo siendo flexibles como los juncos no nos quebraremos ante los avatares que las circunstancias nos presenten.
En su aspecto negativo, y siempre dependiendo de las cartas que le sigan en la tirada, o si aparece invertida, augura pérdidas económicas o asuntos que no marchan, y en general cambios negativos. Éstos pueden aludir a especulaciones financeras arriesgadas, un próximo viaje que traerá problemas, o a peligros de dejarse llevar por el juego. En general alude a una parada y bloqueo inminentes.
Cuando la Rueda gira en sentido contrario al que marca la lógica, pronostica asuntos que se retrasan o marchan muy lentamente, así como dificultades para encontrar un nuevo empleo estable. Al ser un cambio de ciclo a peor, su significado afecta también a las cuestiones sentimentales, ya que indica problemas conyugales, noviazgo que no funciona o boda que se retrasa. Esos malos auspicios se pueden traducir en una desmoralización y depresión nerviosa que nos quiten la confianza en la suerte futura, y nos conduzcan al agotamiento físico.
PROFESIONES: indica una situación laboral cambiante, y la probabilidad de traslado de residencia por trabajo. En general refiere trabajos temporales, y cualquier tipo de profesión relacionada con la pesca y el mar. También hace referencia a los guías de viajes.
LUGARES: Bolsa. Casinos. Salas de máquinas. Institutos de enseñanza media. Terrenos, montañas. Minas. Asilos. Salones de alta representación.
AMOR: su aparición en una tirada habla de buena marcha sentimental, romántica o conyugal. También puede pronosticar un enamoramiento o romance en un viaje de negocios o placer, o que se pueden entablar relaciones con una persona de fortuna o alta posición social. Además indica fecundidad masculina y virilidad.
En otro orden, alude a las válvulas artificiales o marcapasos, y a los sistemas de refrigeración que afectan a la salud.
CLIMA: siempre pronostica tiempo bonancible y despejado en el mar.