Estratégico y astuto, el Siete de Espadas nos recibe con la imagen de las argucias y armas de guerra. Un individuo porta siete espadas en sus manos, pareciendo querer utilizarlas de forma hábil y cauta para lograr sus propósitos. Su mirada es interesada, y planea con cuidado los próximos pasos a dar.
Es obvio que el Siete de Espadas habla de inteligencia y logro trabajado con mucho ahínco. Es la lucha con esfuerzo que nos proporciona la recompensa, pero para ello debemos actuar con sagacidad y oportunismo. De nada nos servirá ser astutos si no asestamos el golpe en el momento adecuado. La cautela es muy importante, y también la diplomacia y el tacto. Nunca sabemos lo que podemos encontrar.
La aparición de este naipe puede hablarnos de una cierta inquietud en la búsqueda de nuevos caminos. Tal vez nuestras esperanzas y sueños no son tan realizables como pensamos, pero esas contrariedades serán superables con paciencia y voluntad.
Por eso, su consejo es que seamos optimistas y perseveremos en el esfuerzo. Sólo con el empeño podremos vencer todas las dificultades que nos cierran el camino.
Sin embargo, su posición invertida es bastante más negativa. Esas estratagemas y argucias van a obrar en nuestra contra, pues es nuestro rival quien las va a usar. Apareciendo en un mal lugar de la tirada o en dicha posición, alerta de críticas, traiciones y calumnias. Hay riesgo de robo, hurto o espionaje, pues es una carta francamente negativa en esta posición.
Si es a nosotros a quien alude, entonces habla de cobardía por nuestra parte, y una cierta dosis de cinismo. Puede indicar también acontecimientos imprevistos y tal vez una decepción con alguien de la familia o con una amistad. En sí nos está indicando la necesidad de reflexión y cautela en nuestros actos, sobre todo porque debemos mantener la situación bajo control o se nos irá de las manos.
El consejo del naipe en este caso es que permanezcamos alertas, no abandonemos la lucha, y sigamos los sabios consejos de un amigo.